Comprar la moda rápida que nos gusta a precios baratos no es gratis. Alguien, en algún lugar, está pagando las consecuencias ambientales y económicas de este consumo, desde trabajadores injustamente tratados hasta el planeta. Las preocupaciones sobre la sostenibilidad y el consumo consciente de moda llevan a los consumidores a exigir cada vez más que se actúe de manera responsable y se consideren los impactos de estos negocios. Al mismo tiempo, el hecho de que los consumidores sean más conscientes e informados sobre cuestiones de sostenibilidad ha ido cambiando sus hábitos de consumo, en línea con el lema "tú puedes hacer más". 

Pero también, y como consecuencia, las empresas deberán transformarse de forma consciente, realizando cambios en sus actividades de producción y comercialización. Bajo este supuesto, los ciudadanos se perciben a sí mismos como los principales agentes de cambio y están cada vez más llamados a reflexionar, rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, redistribuir y recuperar.