El proceso social del desarrollo sostenible combina objetivos sociales, económicos y medioambientales para satisfacer las necesidades humanas actuales sin comprometer las de las generaciones futuras.

El sector del transporte está experimentando una profunda revolución en busca de una mayor eficiencia, con importantes implicaciones económicas y sociales. Sin embargo, los usuarios, los responsables políticos y las empresas se enfrentan a la incertidumbre derivada de los cambios tecnológicos en la movilidad. Analizar las tecnologías y las tendencias que las acompañan es importante para adquirir una conciencia general de las nuevas características y ventajas sociales que podrían cambiar las tendencias de la movilidad hacia una mejor experiencia.

La movilidad posee beneficios sociales, pero también plantea problemas de calentamiento global y de salud debido a la contaminación, la congestión del tráfico y la desigualdad social en su acceso. Por ejemplo, la contaminación atmosférica en las grandes ciudades se considera cada vez más un problema de salud pública, relacionado con el desarrollo de diversas enfermedades que también tienen efectos sociales.