La movilidad sostenible hace referencia a los métodos de transporte relacionados con la idea de sostenibilidad territorial y, que por ello, se centran en reducir su capacidad contaminante, los riesgos de polución, y conservar la energía, así como preservar la salud pública y el espacio como un bien compartido.

Mediante la puesta en marcha de numerosas iniciativas para el fomento de un transporte público y privado respetuoso con el medio ambiente, de fácil acceso e inteligente, la UE de la próxima generación desempeñará un papel importante para convertir a Europa en 2050 en el primer continente climáticamente neutro. Para apoyar la transición hacia una movilidad más limpia, ecológica e inteligente, en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo, la Comisión adoptó cuatro propuestas que modernizarán el sistema de transportes de la Unión: una RTE-T (Red Transeuropea de Transporte) inteligente y sostenible, el aumento del tráfico ferroviario de larga distancia y transfronterizo, los servicios de transporte inteligentes para los conductores y una movilidad urbana más limpia, ecológica y fácil.